Pero, entonces, llega una persona que sin que tú lo notes, se hace un hueco en tu vida.
Se hace parte de ti hasta el punto de que llega a ser la razón por la que te levantas cada mañana, por la que sonríes, esa persona hace que las mariposas de tu estómago se despierten.
No logras adivinar como se hizo tan importante para ti, no sabes, como en tan poco tiempo esa persona cambia tu vida, como hace que levantarse cada mañana merezca la pena.
Pasan los días y esa persona no solo se hizo un hueco en tu vida, sino que, también se hizo un hueco en tu corazón.
Y entonces te das cuenta; estás enamorada.
Durante mucho tiempo, eres feliz, disfrutas del día a día, sientes que todo es perfecto, que te gustaría parar el tiempo y que quieres estar con esa persona durante, no toda la vida, pero si lo máximo posible.
Pero a medida que pasan los meses te das cuenta de que ya no es como antes, las mariposas que revoloteaban por tu estómago se van muriendo.
Él ya no se comporta como al principio, se va distanciando, dice que se agobia, que últimamente discutís mucho, que lo mejor es que os deis un tiempo.
Y tú te derrumbas, no entiendes que es exactamente lo que pasa, pero no quieres perderlo y aceptas.
Cuando pasa ese tiempo el quiere volver contigo, dice que ahora te quiere mas que antes, que eres perfecta, te da las gracias por esperarlo, que siempre serás su princesa.
Tú lo miras y con lágrimas en los ojos, le dices que no, que no quieres volver con él.
Él te mira confundido no entiende que es lo que pasa y se va.
Llegas a casa y piensas en todo lo que te decía - 'Te Quiero' 'Mi princesa' 'Eres la mejor' 'Eres perfecta' 'Quiero pasar el resto de mi vida contigo' 'Eres lo mejor que me ha pasado' - y sonríes, pero entonces recuerdas lo que te hizo; no eras la única a la que se lo decía, sólo jugaba contigo.
Ese 'Te Quiero' que, supuestamente era muestra de su amor, resultó ser un engaño, él no te quería.
Att: Chica triste de sonrisa fácil.
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